Artículo de opinión Carlos Calleja, blog didáctico instagram: @carlosscalleja
Creo que la LOMLOE no empieza bien, traslada una sensación de comenzar la casa por el tejado con este cambio de reglas de juego que, por mucho que vinieran anunciadas, nos pillan a traspiés a mitad de la partida.
Hablo de poner en marcha una evaluación en competencias para, nada más y nada menos, otorgar el título en la E.S.O, amén de otras pautas relativas a la promoción. Y debemos hacerlo en este momento del curso. No me vale que ya se tenía que dominar a estas alturas este proceso o tener interiorizado por la comunidad docente estos principios y hábitos cuando no ha habido ni demanda ni seguimiento previos, más bien una laxitud preocupante. Y ahora, un brusco giro de volante.
Parecen atisbarse por el retrovisor lagunas de los marcos normativos anteriores: la falta de cercanía pedagógica, de explicación sobre lo que se pretende a la familia docente o de unas pautas definidas realistas y apoyadas en experiencias de aula.
Y a mayores, detrás de todo ello, aparece una especie de sombra de sospecha que parte de la hipótesis de lo que se hace en las aulas no es adecuado y hay que poner en marcha un “gran esfuerzo“, como hoy veíamos en un titular de un periódico asturiano.
Podríamos comenzar con un punto de partida sencillo: valorar todo lo positivo que se hace en los centros y a partir de ahí, establecer líneas de mejora.
El profesorado realiza, mayoritariamente, con diligencia y calidad su misión educativa y es desde ese punto de partida donde deberíamos empezar a preguntarnos cómo establecer las bases hacia una educación competencial, hacia el planteamiento de situaciones de enseñanza-aprendizaje y hacia el desarrollo de los mejores instrumentos y más variados mecanismos que pongan en marcha estrategias de evaluación ante las evidencias más relevantes.
Empecemos por la base y crezcamos juntos porque sino repetiremos cíclicamente los mismos errores y caeremos – con más profundidad – en la desafección.
¿Acaso la evaluación en competencias no fue norma en forma de orden ministerial hace más de siete años?
Y de aquello…